sadismo
Perversión de quien se excita sexualmente cometiendo actos de crueldad tanto física como mental contra otra persona y, por extensión, crueldad de un modo general, que causa placer, no necesariamente sexual, a quien la practica. El sadismo supone, pues, disfrutar del sufrimiento y la humillación de la víctima.
A lo largo de milenios, las sociedades humanas se han autoimpuesto principios y normas morales y jurídicas que interponen dificultadas a las prácticas crueles, pero algunas psicopatías pasan por encima de esas restricciones.
Por otra parte, en algunos casos la crueldad ha sido tolerada por diversos sistemas de poder, tales como la Inquisición y, modernamente, la tortura permitida y estimulada por algunos estados.
La palabra sadismo se formó a partir de las obras del autor francés Donatien Alphonse François de Sade (1740-1814), más conocido como marqués de Sade, quien es recordado por haber narrado en sus obras diversas perversiones basadas en la crueldad.
En su estudio del desarrollo psicosexual humano, Freud acuñó la expresión adjetiva sadicoanal para referirse a una de las primeras fases del desarrollo sexual infantil. Debido al parentesco que, por oposición, esta perversión mantiene con el masoquismo (v. masoquismo), los psicoanalistas aplicaron el término sadomasoquista para designar el comportamiento de una pareja formada por un miembro sádico y otro masoquista.