nefelibata
Persona soñadora, que vive en las nubes.
El poeta nicaragüense Rubén Darío usó esta palabra en su poema Epístola, que escribió en homenaje a la esposa de Leopoldo Lugones, publicada en 1907:
Que ando, nefelibata, por las nubes... Entiendo.
Que no soy hombre práctico en la vida... ¡Estupendo!
Y volvió a usarla en Eheu!:
Nefelibata contento,
creo interpretar
las confidencias del viento
la tierra y el mar...
Se trata de un cultismo (voz de creación culta, no nacida en el habla popular) que se formó con las palabras griegas νεφέλη (nephélē) ‘nube? y -βάτης (-bátēs) ‘el que anda’.
No conocemos ninguna referencia sobre su uso antes de Darío, que vivió entre 1867 y 1916. Nefelibata nunca había aparecido en ningún diccionario antes de ser incluida en el de la Academia, en 1984. En portugués, se registra con la misma etimología y significado a partir de 1899. ¿La tomó Darío del portugués? No lo sabemos, pero en el corpus diacrónico de la Academia (Corde), no hay ningún caso anterior al vate nicaragüense..