lupanar
Para los romanos, las prostitutas eran “lobas”, por más que los autores clásicos prefirieran usar el más refinado y eufemístico meretrix ‘la que se gana la vida por sí misma’, derivada del verbo mereo ‘exigir pago por un trabajo’.
Pero en latín vulgar era más frecuente lupa ‘loba’, voz que se mantuvo duante la Edad Media y dio lugar en castellano, por lo menos desde el siglo XV a lupanar ‘casa donde vive la prostituta’, como muestra este fragmento de Enrique de Villena, en su Traducción y glosas de la Eneida (1427-29):
E porque usava mal de su cuerpo, demandando grandes presçios a los que con ella durmían, por aquella rapaçidat fue dicha de los vezinos loba. E después por ésta dixeron al burdel lupanar.
En el español actual, como también en portugués, lupanar significa ‘prostíbulo’. Curiosamente, el Louvre, el nombre de uno de los museos más famosos y apreciados del mundo, tiene un origen semejante, pues proviene del latín lupara ‘lobera’, ‘albergue para lobos’. En efecto, el palacio donde está emplazado el célebre museo parisién fue originalmente una fortificación construida en una de las márgenes del Sena, comparada en su tiempo con una guarida de lobos.