Curasao / Curaçao
Como es sabido, el escorbuto es una enfermedad causada por la deficiencia de ácido ascórbico o vitamina C, que ingerimos al comer frutas. Un paciente de escorbuto se cura rápidamente al ingerir las frutas que contienen esa sustancia, pero eso no se sabía hace doscientos años, cuando los marineros que cruzaban el Atlántico llegaban a las costas de América enfermos de escorbuto (de ahí el nombre del ácido ascórbico). El médico escocés James Lind fue el primero que curó la enfermedad recetando frutas frescas.
La isla de Curazao fue descubierta en 1499 por el navegante español Alonso de Ojeda, quien la llamó "isla de los Gigantes, debido a la elevada estatura de los indígenas nativos. Ojeda dejó allí a varios marineros aquejados de escorbuto y, meses más tarde, cuando volvió a buscarlos los encontró plenamente saludables, por lo que no vaciló en rebautizar el lugar como Isla de la Curación. En un mapa trazado por los portugueses veinte años más tarde, aparecía identificada con el mismo nombre, pero en portugués: Ilha da Curação.
Los holandeses tomaron la isla en 1634, sin gran resistencia de los españoles, y no faltó quien afirmara que el nombre era en realidad una alteración, en neerlandés, de la palabra portuguesa coração. Sin embargo, sigue siendo verdadera la existencia de un mapa portugués escrito casi 120 años antes.
La Academia española prefirió cambiar ese nombre a Curazao, puesto que la c con cedilla no existe en nuestra lengua. Sin embargo, la única razón para no usar la ‘s’ en lugar de la ‘c’ es que la mayor parte de los hispanohablantes peninsulares distinguen la ‘c’ y la ‘z’ de la ‘s’, una distinción que en América hemos perdido. Sin embargo, la Wikipedia adopta ambos nombres como aceptables. En el diccionario de la Academia se incluye el nombre de una bebida llamada curasao, que tomó su nombre, precisamente, del de la isla.
Un dato adicional: de la mezcla de la lengua nativa arahuaco, con lenguas africanas y el portugués y español como lenguas lexificadoras se formó una lengua criolla llamada papiamento, posteriormente influenciada por el neerlandés y el inglés, que hoy tiene el carácter de lengua estándar en Curasao, Bonaire y Aruba.