ganas / ganar
Voz netamente ibérica, que el castellano comparte con el catalán y el portugués.
Gana proviene del gótico ganô ‘gana’, ‘avidez’ y este, del verbo ganan ‘codiciar’, en la misma lengua. Estas palabras góticas están vinculadas al antiguo escandinavo gana ‘el acto de abrir la boca’ o ‘desear ávidamente’; al noruego gana ‘quedarse boquiabierto’, y al frisón, la lengua germánica hablada en la provincia neerlandesa de Frisia, en la cual gannen significa ‘pedir algo con mirada ávida’.
En tiempos de Berceo, gana tenía un significado semejante al de hoy:
Era muy cobdicioso, querié mucho prender,
falssava los judizios por gana de aver;
tolliélis a los omnes lo que lis podié toller,
más preciava dineros que justicia tener. (Milagros de Nuestra Señora)
Nebrija explica que gana o antojo equivalen a libido, libentia, un sentido sexual que, según Corominas, es frecuente en todas las épocas y regiones, con el sentido de ‘avidez’.
Esta palabra aparece también en la lengua provenzal occitana o lengua de Oc (Languedoc), en dialecto siciliano y en el árabe de Marruecos y Argelia con el sentido de ‘apetito o deseo’ o bien como ‘afición o placer’.
Se cree que el verbo gótico ganan, mencionado al comienzo, está también en el origen del español ganar, así como en el del portugués ganhar. Sin embargo, el significado de este verbo se habría modificado por la influencia del germánico waidanjan ‘cosechar’, ‘ganar’, a través del italiano guadagnare y del francés gagner, además del occitano gazanhar.