fracaso
Malogro, frustración, fallo o resultado desfavorable de una iniciativa o de una empresa. La Academia española agrega también como significado ‘suceso lastimoso, inopinado y funesto’, entre otros menos usados.
Este verbo nos viene del italiano fracassare, formado por el prefijo fra- ’en el medio’ y el latín quassare ‘romperse’, o sea, ‘partirse al medio’, según el filólogo italiano del siglo XIX Policarpo Petrocchi.
En francés, fracasser significa ‘romper violentamente en mil pedazos’, ‘robar rompiendo una puerta o una ventana’ y, metafóricamente, ‘interrumpir’.
La primera documentación en esa lengua es de 1588 y se refiere a la Armada Invencible, mientras que en castellano aparece en boca de don Quijote (1605, cap. XXIII), quien habla de “hender gigantes, desbaratar ejércitos (y) fracasar armadas”, un uso transitivo que se perdió después de esa época.
Más tarde, ya en forma intransitiva, se aplicaba a naves que fracasaban contra los escollos, significado que se mantiene hasta hoy entre otras reliquias léxicas albergadas en el diccionario de la Academia española.