eón
Se dice de una era de duración muy prolongada, un concepto aplicable más a la geología y a la paleontología que a la breve historia del hombre en el planeta. Algunas corrientes religiosas esotéricas afirman que un eón corresponde a mil millones de años, lo que equivale grosso modo al tiempo transcurrido desde la aparición de las primeras formas de vida sobre el planeta.
La noción de períodos muy prolongados es casi tan antigua como la propia raza humana. Los pueblos prehistóricos indoeuropeos llamaban aiw- a la noción de eternidad. Esta palabra se derivó en diversas formas más o menos equivalentes a lo largo de miles de años. En sánscrito se usó áyu- para referirse al concepto de fuerza vital, y en avéstico ayu denotaba longevidad.
En la lengua griega, aiw-en- dio lugar a αἰών (aiṓn) ‘era’, ‘edad histórica’, ‘época’. En latín se formó aevun, con significado similar, de donde provienen palabras como eón, y también longevo —de longus ‘prolongado’, ‘largo’ más aevum—, así como medioevo ‘de la Edad Media’. En latín se registra también aevitas ‘tiempo de la vida de una persona’, ‘edad’ y su contracción aetas, que sobrevivió en castellano como edad.