erótico
Originalmente designaba al amor apasionado unido con el deseo sexual, sentimiento que fue personificado en Grecia por el dios Eros (Cupido en Roma) quien con sus flechas unía corazones.. Tiene una relación evidente con la sensualidad, la sexualidad y las capacidades de atracción entre los seres humanos.
Eros era hijo de Poros, el daimon de la conveniencia, la oportunidad y la utilidad, y de Penia, la daimon de la pobreza y de la necesidad. Eros era presentado bajo la forma de un niño, frecuentemente alado, que se complacía en pertubar los corazones, inflamándolos con su antorcha o perforándolos con sus flechas.
Fue Sigmund Freud, el padre del psicoanálisis, quien determinó que esta deidad era un reflejo de la unión entre el deseo, el amor, la actividad sexual y la necesidad de la unidad física y psíquica, es decir, una pulsión de vida, por oposición a Tanatos, que representaba para él la pulsión de muerte.
Actualmente tiene también el significado de ‘atracción muy intensa, semejante a la sexual, que se siente hacia el dinero, el poder o la fama’, según el diccionario de la Academia.