LA PALABRA DEL DÍA

Por Ricardo Soca

ETIMOLOGÍA - ORIGEN DE LAS PALABRAS
Sábado, 20 de abril de 2024

pontífice

LA PALABRA DEL DÍA

El puente Rotto, el más antiguo de Roma, hoy apenas un arco solitario en medio del Tíber.

pontífice

Algunos años después de la legendaria fundación de Roma por Rómulo y Remo (753 a. C), cuando los monarcas de la joven ciudad se ocupaban aún de los rituales religiosos, el segundo rey de Roma, Numa Pompilio, consideró que sus sucesores tendrían que ocuparse de la guerra y del gobierno de un estado cada vez más complejo, de modo que no estarían en condiciones de pensar en la liturgia.

Con base en esa idea, Numa Pompilio decidió entregar el cuidado de las ceremonias religiosas a un funcionario o sacerdote que desempeñaría exclusivamente esa función religiosa. Después de mucho meditarlo, confirió esa dignidad a los pontifices, que eran los encargados de cuidar el puente sobre el río Tíber, una tarea que en aquella época revestía enorme importancia política y de estrategia militar, además de religiosa. En la palabra pontifex se fusionan pontis ‘puente’ y facere ‘hacer’, en alusión a su actividad: cuidar el puente.

Algunos siglos más tarde, Julio Cesar decidió asumir la dignidad de Pontifex Maximus ‘sumo pontífice’, el mayor de los pontifices, para indicar así su posición de jefe no solo civil y militar, sino también religioso.

A partir de Augusto, este título quedó vinculado al de emperador durante varios siglos, hasta la llegada al poder de Constantino (306 d. de C.), quien adoptó el cristianismo como religión oficial del Imperio. Fiel a la tradición consagrada por sus predecesores, Constantino siguió usando durante algún tiempo el título de sumo pontífice, ahora como representante de Cristo. Pero los obispos de Roma no demoraron en reivindicar para sí la condición de únicos representantes de Cristo en la Tierra y acabaron por incorporar el título de Pontifex Maximus, que los papas ostentan hasta hoy.

EL MEDIEVALISMO DEL DÍA

“El triunfo de la muerte”, Pieter Brueghel. Museo del Prado

padir

Del latín tardío patiscĕre, del latín clásico pătī.

tr. Sufrir, padecer.

[…] el omne deue comedir que qual aquí fiziere tal aurá de padir. Apolonio, v.413c,d.

 

PÍLDORAS DE LENGUAJE

¿Es correcto decir yéndome, por ejemplo, en esta frase: Yéndome a la playa?

La forma es gramaticalmente correcta, se forma con el gerundio del verbo ir y el pronombre átono de 1.ª persona del singular me: Yéndome a la playa, me olvido de todo (Al irme a la playa, me olvido de todo). 

EL LATÍN DEL DÍA

hostis est quisquis non monstrat hostem.

Es mi enemigo el que no me revela a mi enemigo.

Fecha de envío: 
Lunes, 7 de noviembre de 2022