emperifollado, da
Vestido y adornado con profusión y adornos excesivos. Se trata de una palabra que está atestiguada en nuestra lengua desde el siglo XVIII, si bien solo fue recogida en diccionarios desde 1853 (Ramón Domínguez) y, en el de la Academia española, desde 1925.
Corominas encuentra su antecedente más remoto en el perifollo, una umbelífera semejante al perejil, que antiguamente fue llamada cerefollo, del latín caerefolium, que a su vez fue tomado del griego tardío χαιρέφυλλον (khairefollon).
El Diccionario de autoridades (1737) incluye dos acepciones: hierba se cría en los huertos, parecida al perexil y también vulgarmente las cintas y otros adornos vistosos que se ponen las mugeres.
Es significado metonímico de ‘adorno que se ponen las mujeres’ proviene del hecho de que tanto el perifollo como el perejil se emplean para adornar los guisados. Cabe añadir que emperifollado cuenta con un sinónimo: emperejilado.