veto
En muchos países, es una de las facultades de los jefes de Estado, que les permite impedir la entrada en vigor de una ley aprobada por el Parlamento o por el Congreso.
De esta manera, se evita que puedan entrar en vigencia normas aprobadas por mayorías circunstanciales, que causarían, a juicio del titular del Gobierno, graves daños. Cuando este ocurre, la ley vetada vuelve al Poder Legislativo, que tiene la potestad de levantar el veto en forma definitiva, para lo cual, generalmente, se requiere una mayoría especial.
Desde el siglo XVI hasta 1903, los monarcas de Francia, España y Austria (esta última en calidad de heredera del Sacro Imperio Romano Germánico) disponían del derecho del llamado veto papal por el cual podían vetar a un candidato al papado.
La palabra proviene del verbo latino vetare ‘prohibir, vedar’. La palabra latina era usada en Roma por los tribunos de la plebe, cuando se oponían a medidas del Senado o sentencias de los magistrados.