majada
Lugar donde se recoge por la noche el ganado y se albergan los pastores, es decir, en España majada es un lugar; equivale aproximadamente a establo o redil.
Es lo que podemos ver en este fragmento de Luis M. Díez en su novela La fuente de la edad (Madrid, 1993): Cuando a media mañana llegaron a la majada les esperaban, nerviosos y consternados.
En cambio, en varios países de América, la majada es el propio ‘rebaño, principalmente de lanares’, como en este fragmento del autor argentino Tomás Eloy Martínez en La novela de Perón (Madrid, 1989):
En la primavera de 1900, Mario Tomás emprendió el insensato viaje hacia los desiertos del sur, arreando una majada de quinientas cabezas.
En portugués, el vocablo equivalente malhada significa tanto ‘rebaño de ovejas’ como el redil donde estas se guardan. La voz también es común con el gascón de los Pirineos (vascuence francés), como en algunas variedades catalanas (Corominas, 1980).
Alfonso de Palencia decía que stabula son las majadas en que se recogen los hatos, marcando así nítidamente la diferencia entre el 'rebaño' y el 'redil'.
Corominas cree que la palabra sea oriunda de un hipotético romance hispánico maculata, oriundo del latín macŭla ‘malla de una red’, en el sentido de ‘lugar donde pernocta el ganado, rodeado de redes’.