coche
No nos viene por cierto del latín, aunque ya lleva unos quinientos años en nuestra lengua, usado por Juan de Arce de Otárola en una obra de 1550: Bien holgara de verlos, aunque no me osar poner en un coche de cuatro caballos tan diferentes.
La palabra nos viene desde Europa central, donde se fabricaron los primeros coches de este tipo, y tomó su nombre de la ciudad húngara de Kocs, a unos 70 kilómetros de Budapest, aunque algunos etimólogos prefieren situarlo en la localidad checa de Kosice.
En apoyo de la hipótesis húngara, hay documentos en los se menciona un kocsi szeker, que en húngaro significa ‘carruaje de Kocs’, que en cierta época se hizo conocer como una especie de vehículo de gran calidad y prestigio.
Del kocsi original, pronunciado aproximadamente /koshi/, la palabra pasó al alemán como Kutsche, al italiano como cocchio, al inglés como coach, y al francés, español, y portugués coche 'carruaje', 'coche fúnebre'.