
La euforia de haber ganado la lotería
lotería
La historia de esta palabra nos muestra cuán antigua es la tendencia de los seres humanos a buscar en el azar la solución de sus problemas.
En la descripción de las saturnalias, ya se jugaba a la lotería, que fue en sus comienzos una distribución gratuita de billetes a los convidados, que ganaban algo de importancia en caso de acertar el billete premiado.
En su origen más remoto, encontramos la palabra germánica prehistórica khlut, usada para designar los objetos de los cuales aquellos pueblos se valían para tomar decisiones al azar, que llegó a la lengua de los francos y al inglés antiguo como hlot.
Entre los francos hlot ya aparecía vinculada, como hoy, a la idea de ganar mucho dinero rápidamente y significaba ‘herencia’ y también ‘azar’. El término germánico llegó al neerlandés, lengua en la cual adoptó la forma loterij, a partir de la cual surgieron el vocablo italiano lotteria y el francés loterie, que llegó a nuestra lengua convertido en lotería.
En la actualidad, llamamos lotería a dos juegos diferentes: la lotería oficial en la que se venden números y luego reparten premios, y un juego familiar de mesa, que se practica con bolillas numeradas y cartones.