tilo / tila / tilia
El tilo, un árbol majestuoso, tiene una historia de por lo menos cuarenta millones de años. En un pasado remoto, los viejos tilos eran considerados árboles sagrados, símbolos de poder divino, coraje y victoria.
La tila o té de tilo, una infusión que se hace con el fruto en forma de flor de algunas de las especies del género tilia (o, en algunas especies, de la hoja), tiene propiedades antiespasmódicas, hipnóticas y ansiolíticas.
Hay unas treinta especies de tilo, un árbol que puede vivir hasta novencientos años, pero las más son conocidas están clasificadas en la nomenclatura binaria como Tillia cordata y la Tillia platyphyllos.
Corominas admite que el nombre del árbol (y de su té) proviene del latín tǐlǐa, pero precisa a la península ibérica llegó por intermedio del francés antiguo til, hoy tilleul.
El botánico catalán Pío Font i Quer, en su Dioscórides renovado (1962) anotaba una larga lista de sinónimos peninsulares para el tilo o tila: Sinonimia castellana: tilia, tila, tillo, tillón, tillera, tella, texa o teja, tejo; portugués y gallego, tília, tilha, tilhola, til, tilleira (la flor, tilla). Sinonimia catalana: til·ler, tiller, tillol, tília (la flor, til·a), tell (y tei), farot; Sinonimia vascuence: ezku, ezki, erki, eski, aistigarr, astigarr.
En esa misma obra, Font i Quer narra su versión de la leyenda de Fílira –una ninfa hija de Océano y Tetis– vio que había engendrado de su unión con Cronos un caballo, el centauro Quirón, rogó a los dioses –a su padre y a Zeus– que no la dejasen entre los mortales y que la convirtieran en una inofensiva planta, y estos, accediendo a sus súplicas, la transformaron en un árbol nobilísimo, el tilo.
En México se usa la variedad endémica Tilia mexicana, un remedio que forma parte de la medicina tradicional, heredada de la sabiduría milenaria de los mayas.