insigne
En castellano usamos el adjetivo insigne para calificar a alguien famoso, célebre, prestigioso y reconocido por alguna virtud o habilidad que lo hacen destacarse entre los demás. También se llama insigne, ahora como sustantivo, a la siempreviva morada (imagen) descrita en 1851 por Eugène Bourgeau, quien le dio el nombre botánico de Limonium insigne.
La palabra latina de donde proviene insigne, insīgnis, formada por el prefijo in- y signis, no siempre tenía en latín una denotación tan favorable como en castellano; podía apuntar cualidades o condiciones tanto favorables como desfavorables.
Tertuliano, por ejemplo, escribió caeci et claudi et ut qui insīgnis excessĕrit, que significaba ‘los ciegos, los cojos y los que tenían alguna deformidad al morir’. En este caso, insīgnis significaba ‘deformidad física’.