flecha
La flecha es un arma arrojadiza compuesta de un asta delgada, una punta afilada, generalmente de piedra o de metal y, del lado opuesto, tres plumas cortas que la ayudan a mantener su dirección. Son disparadas con un arco de madera.
En yacimientos prehistóricos de gran antigüedad se han hallado numerosas puntas de flecha hábilmente talladas en piedra. En estos primeros ejemplares aparece la punta de flecha con forma triangular, que se ha conservado desde entonces. El uso del arco parece remontarse en Europa a una época muy lejana, a la llamada Edad del Reno , entre hace 40.000 años y 10.000 años. También se han hallado restos de arcos de madera de la época neolítica.
En las lenguas prehistóricas indoeuropeas, las palabras vinculadas con la idea de volar se formaban a partir de la raíz pleuk-, que dio lugar a los vocablos germánicos fleugan ‘volar’ y fleugon ‘insecto volador’. De estas palabras se derivó en francés antiguo fliche, actualmente flèche ‘flecha’. En la lengua de los francos fliukka significaba volador y en neerlandés antiguo, vliecke (así como en alemán moderno fliegen) era volar. En inglés, la raíz indoeuropea dio lugar a fly ‘mosca’ y a to fly ‘volar’, y también a flight ‘vuelo’.
El castellano tomó el francés flèche para formar inicialmente frecha (Nebrija, 1495) y más tarde, flecha, que fue sustituyendo al vocablo autóctono saeta (del latín sagitta).