Este reptil neozelandés, la “tuátara”, presenta la glándula como un ojo pineal externo
Se trata de un adjetivo que se emplea casi exclusivamente como modificador de glándula, en el sintagma glándula pineal que denomina la epífisis, situada en el cuerpo calloso del cerebro, el túnel que conecta ambos hemisferios, donde se produce la hormona llamada melatonina, derivada de la serotonina, que afecta la regulación de los patrones del sueño, los llamados ritmos circadianos. La palabra se emplea también en el sintagma ojo pineal, según veremos más abajo.
Por su forma cónica, la epífisis se asemeja a una piña de pino, de donde toma su nombre, y está presente en los vertebrados más desarrollados, excepto algunos, como el caimán, que la perdieron en el proceso de selección natural. Descartes creía que era el asiento del alma y del pensamiento, la imaginación y la memoria.
En algunos anfibios y reptiles, se presenta como un órgano externo, denominado ojo pineal, que recibe directamente la información sobre la luz procedente del exterior.
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Vocablo aragonés, llega al castellano del catalán guerxo o de italiano guercio, ambos de origen incierto.
1. adj. Estrábico, bizco.
[...] se dize el ombre vizco que buelue los oios mucho a vna parte torçiendo los. vulgar mente se suele llamar guercho. Palencia (1490). Universal vocabulario.
■ El DLE advierte que esta palabra se emplea aún hoy en algunas regiones rurales de Huesca.
dum spiro, spero.
Mientras vivo, tengo esperanza.