océano
Para los griegos ὠκεανός (okeanós) era la gran masa de agua que rodeaba el disco de la Tierra, que comenzaba más allá de las Columnas de Hércules, como llamaban al peñón de Gibraltar y a Ceuta. Ese gran mar estaba personificado en Okeanós, dios del mar, hijo de Urano y Gea, y marido de Tetis, la madre de Aquiles. Tal vez esté vinculado con el sánscrito āsáyānas. Los romanos lo llamaron Oceanus, y los clásicos latinos denominaron Mare Oceanum al Atlántico.
La palabra océano se empleó ya en el siglo XIII por Alfonso el Sabio: De como uino alexandre al cabo de la tierra & al mar oceano, o son los quiciales del cielo a la part de medio dia. Alfonso X (1280). General Estoria. Cuarta Parte.
Sin embargo, ya se utilizaba en inglés en el siglo XII, como ocean y como océan en francés. El siguiente trecho de Góngora pertenece a Las firmezas de Isabel (1594):
Las ondas del océano a las firmes rocas hoy tratarán como a navíos, antes que paso te dé. No muevas, Camilo, el pie, que moveré los pies míos adonde el robusto escita, la aljaba pendiente al hombro, a las fieras es asombro de las montañas que habita.