foco / focal
La lengua, como sabemos, está en cambio permanente, aunque a veces no sea fácil de percibirlo en el curso de una vida humana. Sin embargo, con el paso de los siglos, las alteraciones morfológicas (de forma) y semánticas (de significado) de las palabras llevan a cambios sorprendentes.
Uno de estos casos es el del adjetivo focal, que proviene del sustantivo foco,y este del latín fōcus ‘fuego’. Recordemos que la gente se reunía con frecuencia alrededor del fuego, muchos lo hacen aún hoy, por lo que la palabra fuego tenía un rasgo semántico que indicaba el centro de algo. Pero ¿cómo se llegó al significado actual de foco? Fue el astrónomo y matemático alemán Johannes Kepler quien, en 1604, llamó focus al ‘punto ardiente adonde convergen los rayos luminosos reflejados por un espejo convergente o refractados por un lente, también convergente’.
Hacia fines del siglo XVIII, se forma por derivación en inglés el adjetivo focal, que inicialmente era usado para modificar el sustantivo distancia. Distancia focal es la que existe entre un lente o espejo y el punto hacia donde convergen los rayos luminosos que inciden sobre ellos. Focal llega a la lexicografía castellana en el diccionario de Terreros, en 1787 y, 114 años más tarde, al de la Academia Española.