nigromancia
Mucha gente tiende a relacionar esta palabra con la magia negra, pensando que el nigro se deriva de «negro», y el propio diccionario de la Academia española incluye una segunda acepción, marcada como coloquial, de ‘magia negra o diabólica’.
La Academia indica que nigromancia se deriva de necromancia, la adivinación mediante la invocación a los muertos. Una y otra provienen del griego nekromanteia, formada por νεκρός nekrós ‘muerto’ (como en necrosis, necrópolis), y μαντεία mantéia‘adivinación’. No obstante, nigromancia se debe a la influencia de magia negra, que, en realidad, no tiene nada que ver con su origen.
A pesar de la afirmación académica, en diversos corpus del idioma hemos hallado nigromancia en textos de Alfonso X el Sabio (siglo xiii), mientras que necromancia solo aparece a partir del siglo xvi, y nunca fue muy frecuente.