incunable
Del latín incunābūla, ‘cuna, origen, principio’
Se trata de un concepto acuñado por los bibliófilos para referirse a los libros impresos desde la invención de la imprenta por Gutenberg —alrededor de 1450— hasta el último día del año 1500. El primer incunable español del que hay noticia fue impreso en 1472 bajo el título Sinodal y contiene las actas de un sínodo religioso celebrado en Segovia, España.
El Sinodal tiene 48 páginas impresas con un tipo romano y no tiene colofón. Se ha dicho de este libro que su historia es la de la Iglesia española de la Baja Edad Media.
Entre los más importantes incunables de esa época se suele mencionar una Biblia impresa en Valencia en 1478, pero no se puede ignorar la Gramática castellana, que el humanista sevillano Antonio de Nebrija entregó a Isabel la Católica en agosto de 1492.
Hay quien considera “incunables americanos” los libros impresos desde la aparición de la prensa en México, en 1534, hasta el último día de 1600.