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El verbo transitivo y los complementos

El verbo y sus complementos

Por Isabel Alamar

 

Este artículo pretende aclarar algunas de las dudas que con mayor frecuencia asaltan a los estudiantes con respecto al uso de los complementos directo e indirecto, a la hora de analizar una oración.

Pero entre los principales objetivos de este artículo, también se cuenta la intención de que reflexionemos todos acerca de lo importante que es o debe ser para todos nosotros el tener un máximo dominio y comprensión de nuestro lenguaje.

En fin, entre otras cosas, analizaremos detenidamente cuáles son las características más relevantes de estos dos complementos. Y para ello nos centraremos en aspectos como su significación, su situación en la frase, su reconocimiento...; pero, sobre todo, en todas aquellas cuestiones que debemos tener en cuenta para su utilización correcta.

EL COMPLEMENTO DIRECTO

 

¿Qué es?

Es un auxiliar básico del verbo que aparece para complementarlo y restringir su significado.

¿Dónde aparece?

Aparece con verbos transitivos, que son aquellos en los que la acción "transita" desde el verbo hacia su complemento directo. Un método fácil para determinar si el verbo es transitivo es formular la pregunta "¿qué es lo...?" seguida por el verbo en participio pasivo. Veamos el ejemplo "Yo escribo una carta". Si preguntamos ¿qué es lo escrito?, comprobaremos: 1) que escribir es un verbo transitivo y 2) que una carta es el complemento directo en esta frase.

En español, existen ciertos verbos que dependiendo de su significado o sentido, pueden construirse de forma transitiva o intransitiva. Es por ejemplo el caso de llorar que en la mayoría de los casos es un verbo intransitivo, es decir, formulando la pregunta ¿qué es lo? verificamos que no admite complemento directo. Sin embargo, en algunas construcciones llorar puede admitir un complemento directo y, por tanto, será transitivo en oraciones como: "lloraba lágrimas de sal".

Sin embargo no todos los verbos pueden actuar como transitivos, verbos como los siguientes ir, nacer, ser, estar, no admiten un CD, aunque sí otro tipo de complementos como el de régimen, por ejemplo: "Emilio nace en Segovia".

Valor semántico

El CD puede designar relaciones semánticas muy diversas:

-Su sentido originario es el de un objeto externo sobre el que recae directamente la acción verbal: "Juan golpea la puerta" o "Rosa limpia su habitación".

-Pero también podemos encontrarnos con que el objeto designado es producido por la acción del verbo: "José pinta un cuadro" o "Ana prepara un estofado".

-También el complemento puede expresar, simplemente, una relación de lugar, como en: "La montaña domina a todo el valle".

Nota: En ocasiones, el objeto no es afectado de ninguna manera por la acción verbal, como en la frase: "Veo tu casa".

Formalmente

Llevan "a"

 

El CD va introducido por la preposición "a" cuando se trata de nombres propios de persona ("Quiero a Silvia"), también con los pronombres personales, demostrativos, relativos e indefinidos, si se refieren a persona ("La quiero a ella"), o con sustantivos que denominen a personas, si van precedidos de un artículo u otro elemento que los individualice ("Quiero a mi ciudad").

También nos encontraremos con un CD introducido por "a", cuando estemos ante el fenómeno de la personificación.

Y es que, gracias a este fenómeno, percibimos al objeto como un ente psíquico, susceptible de afectos, de voliciones, de inspirar sentimientos.

Es más, cuando se trata de animales la preposición es estilísticamente significativa: un animal doméstico, como un perro o un gato, puede ser sentido como individuo merecedor de afecto y, por tanto, también de preposición: "Paseaba al perro".

El uso de la preposición "a" puede venir definido por otros factores:

-La atracción: Verbos que normalmente tienen CD de persona suelen conservar la preposición, es el caso de "No molestes a los mayores".

-Para evitar posibles ambigüedades, como en el siguiente caso: "El león mató al cazador", si no no sabríamos quién mató a quién.

-Se ha señalado el uso de la preposición "a" como obligatoria, aunque se refiera a cosas, con verbos como preceder, sustituir, seguir, calificar, como ilustra la siguiente frase: "El adjetivo califica al nombre". Ocurre lo mismo con verbos que implican la idea de antagonismo como atacar, renunciar: "Juan renunció a su puesto" y también con verbos que implican dirección como mirar, alcanzar, acompañar. "Las patatas acompañan a la carne".

No llevan preposición "a"

Por otra parte, el CD no llevará "a" cuando se trate de cosa u objeto, por ejemplo: "Vio la pared".

Tampoco en las siguientes situaciones:

-Cuando se dé el fenómeno contrario a la personificación, o sea la cosificación. Este fenómeno implica que a veces los seres humanos no sean vistos como individuos, sino como objetos de uso: "Transportaban esclavos", "Enviaron soldados al frente".

-La ausencia de esta preposición puede significar el paso de una visión concreta a una categoría abstracta, como sería el caso de la siguiente expresión: "Tener hijos".

-Cuando queramos distinguir el CD referido a persona de un CI también referido a persona, y con el fin de evitar posibles ambigüedades, omitiremos la preposición "a": "Presentó su mujer a Laura, ya que si mantenemos la preposición, no sabemos a quién hay que presentar.

-En las ocasiones en que un CD referido a persona vaya seguido de otro complemento encabezado también por la preposición "a", omitiremos la preposición, como demuestran las siguientes frases: "Llevó los niños al parque", "Prefiero el niño rubio al moreno".

Nota: Recalcar que el uso de la preposición "a" es obligatorio y, por tanto, no se puede suprimir o prescindir de ella, cuando el CD es un nombre propio: "Llevé a Juan al parque".

Por último, cabe señalar que generalmente la presencia u omisión de la preposición "a" implica un cambio de significado o de matiz del verbo. No es lo mismo decir: "Quiero a mi padre" (siento afecto por él) que "quiero chocolate" (deseo tener), tampoco es lo mismo decir "quiero un masajista" (deseo contratarlo) que "quiero a un masajista" (estoy enamorada de una persona que es masajista), etc.

Tipos de construcción

Podemos diferenciar cuatro principalmente:

1.- Acusativo interno. En ciertas construcciones el CD va implícito en el significado del verbo: respirar (aire), vivir (la vida), llorar (lágrimas), dormir (un sueño) son algunos de estos casos.

Nota: Aunque se trate de verbos generalmente intransitivos, que no suelen construirse con CD, hay ocasiones en las que sí aparecen estos verbos usados de forma transitiva, con un CD explícito. Sería, por ejemplo, el caso siguiente: "Lloró lágrimas de rabia".

Por otra parte, a veces los verbos transitivos que generalmente llevan un CD explícito, como es el caso de comprar y vender, pueden aparecer también sin este CD. Con ello, se logran frases más breves y de carácter general, por ejemplo: "fui a comprar al supermercado".

2.- Verbos con doble acusativo: Ciertos verbos como enseñar, preguntar, robar, pagar se construyen con CD de cosa y CI de persona. Pero si se omite el CD de persona, entonces el CI pasará a cumplir la función de CD.

Un ejemplo que ilustra lo dicho es el siguiente:

"Aristóteles enseña gramática a Alejandro"

CD CI

"Aristóteles enseña a Alejandro"

CD

3.- Verbos con CD de duración: Los complementos que expresan duración en el tiempo o en el espacio pueden desempeñar la función de CD: "Esperó una semana". Pero si aparece en la frase un CD de persona entonces el complemento de espacio o tiempo pasa a ser un circunstancial, ejemplo: "Esperó a Juan una semana".

Sustitución por pronombres

Los pronombres personales átonos en función de CD son para la primera persona (me) "Me han tratado bien"; para la segunda persona (te) "Te han recibido cordialmente"; para la tercera persona del singular (lo, la) "La he visto". Y en el plural, para la primera persona (nos) "Nos han derrotado"; para la segunda (os) "Os vi el otro día" y para la tercera y última (los, las) "Las invitaron al partido".

Reconocimiento

Hay dos formas de reconocimiento:

1.- El CD puede ser sustituido por las formas de los pronombres átonos (lo, la, los, las), por ejemplo: "Golpeó la puerta" = "La golpeó".

2.- Otra forma de reconocer al CD es convertir la oración activa en una oración pasiva, entonces el CD pasará a ser el sujeto paciente de la oración pasiva mientras que el sujeto de la oración activa pasará a ser el complemento agente de la oración pasiva.

Ejemplo:

"Pedro golpeó la puerta" = "La puerta fue golpeada por Pedro"

Suj. CD Suj. Pac. C. Ag.

Nota: En las pocas ocasiones en las que la transformación a pasiva no sea posible –por ejemplo, la pasiva del verbo "tener" y del impersonal "hay" son agramaticales, véase si no la siguiente frase: tengo problemas (*"problemas son tenidos por mí")-, será suficiente con que se cumpla la primera condición que hemos nombrado (la de la sustitución).

El complemento indirecto

¿Qué es?

La persona o cosa a la que va destinada o dirigida la acción del verbo, indicando si recibe daño o provecho de esta acción o señalando el fin a que dicha acción se dirige.

¿Dónde aparece?

Aparece frecuentemente en predicados transitivos que ya tienen un CD y complementa entonces al sintagma (V + CD), y no sólo al verbo. Por ejemplo, "Juan escribe una carta a su padre".

Pero también puede aparecer solo, acompañando a verbos intransitivos, y entonces aparecerá inmediatamente después del verbo: "Juan desagrada a Pedro"o "Me gusta la vainilla".

Formalmente

A diferencia del CD que sólo lleva la preposición "a" cuando introduce a un nombre animado, el CI siempre lleva la preposición "a" tanto si designa a una persona como a una cosa. Por ejemplo "Dio un puñetazo al ladrón" o "Dio un puñetazo al cristal".

La última publicación oficial de la Academia dice que el CD llevará siempre las preposiciones "a" o "para", excepto cuando se trate de un pronombre átono.

No obstante, publicaciones gramaticales más recientes señalan a "a" como la única preposición posible con la que podemos construir el CI.

Dichas teorías apuntan a varias razones, entre ellas:

-Un complemento con "para" puede aparecer en frases en las que también aparece un CI. Por lo tanto, en estos casos el complemento introducido por "para", solo podría ser un CC. Véase el ejemplo: "Compré un regalo a Ana (ci) para mi esposa (cc)".

-Los complementos con "para" no permiten la referencia anafórica con "le" o "les", así la siguiente frase "Cantó una canción a los niños" podría ser sustituida por "Les cantó una canción a los niños", pero en el caso de "Cantó una canción para los niños", dicha sustitución no sería posible "*Cantó una canción para los niños".

-Tampoco podemos hacer siempre que queramos la sustitución de la preposición "a" por "para". Véase si no la siguiente frase en la que podemos decir "Di un libro a Juan", pero no "*Di un libro para Juan".

NOTA: Puesto que el Esbozo de la RAE es un texto bastante antiguo (1973), habrá que esperar a una nueva edición de la gramática académica, aún en preparación, para saber cuál va a ser ahora la postura oficial de la Academia a este respecto.

Relaciones semánticas

Podemos distinguir entre cinco relaciones semánticas:

1.- Dativo de interés: Con frecuencia el CI designa al beneficiario inmediato: "Dio un paquete a Juan".

2.- Dativo de relación: Expresa la persona para la que es válido lo que el verbo enuncia: "Le pareció magnífico", "A Marisa le sienta bien el traje".

3.- Valor posesivo: Expresa al poseedor del CD. También expresa la idea de relación de la parte con el todo o la idea de adscripción, amistad o parentesco. Ejemplo: "Le rompió el vestido" (rompió el traje de ella).

4.- Dativo de dirección: Adquiere este matiz semántico cuando se junta con un verbo de movimiento. Ejemplos: "Le anda detrás", "Le alejé la moto".

5.- Dativo ético: A diferencia de los casos anteriores, este tipo de CI puede omitirse sin pérdida de la información (se da tanto en predicados transitivos como intransitivos). Tiene carácter afectivo, expresivo y es frecuente en registros coloquiales: "Se leyó el libro de cabo a rabo".

Sustitución por pronombres

Serían como en el caso anterior (me) para la primera persona del singular "Me lo dijeron"; (te) para la segunda "Te lo mostraron"; (le) para la tercera "Le dijeron la verdad" con la variantes de (se) cuando confluya o aparezca junto a un pronombre átono de OD de tercera persona "lo, los" "Se lo dijeron".

En cuanto al plural para la primera (nos) "No nos querían"; para la segunda (os) "Os lo avisé" y para la tercera del plural (les) "Les previne sobre el asunto".

Reconocimiento

Para saber si se trata de un CI podemos realizar la prueba de conmutación del complemento indirecto por los pronombres átonos (le, les) de tercera persona del singular y del plural respectivamente. Por ejemplo: "Juan dio un puñetazo al balón" = "Juan le dio un puñetazo" o "José dio caramelos a los niños" = "José les dio caramelos".

Isabel Alamar es subdirectora de la revista digital Realidad literal y directora de la empresa de servicios lingüísticos casaescritura.com.