Culebrones ayudan a difundir el
español
Las telenovelas contribuyen más que ningún otro vehículo a la difusión del español en el mundo, según un académico que realizó un estudio sobre la materia.
«En los países de habla hispana ayudan a enriquecer, a ampliar el vocabulario, a hacer que los hispanohablantes conozcan otras maneras de decir las cosas y, en definitiva, a favorecer la comunicación», afirma Jorge Ignacio Covarrubias, secretario de la Academia Norteamericana de la Lengua Española, quien se interesó en los aportes de la cultura popular al idioma que hablan 450 millones de personas.
Covarrubias preparó una ponencia para el V Congreso de la Lengua Española en Valparaíso, Chile, que incluye entrevistas con académicos y personalidades del mundo artístico como la escritora cubana Delia Fiallo («Kassandra»), el guionista colombiano Fernando Gaitán («Betty la fea»), la actriz venezolana Lupita Ferrer y el galán puertorriqueño Osvaldo Díaz.Fiallo relata que en un viaje a Grecia con su familia una muchacha húngara le habló a su hija en español y ésta le preguntó «
¿Cómo sabes español». A lo que la joven respondió, «Por una telenovela, 'Kassandra'». «Ven que te presento a la autora», le dijo la hija. «En un español perfecto nos dijo que se había interesado a aprender español por mi novela», recuerda la escritora.
El dramático de la pluma de Fiallo, récord mundial por su difusión en 128 países producido en Venezuela, se transmitía en castellano con subtítulos, al igual que en muchas otras naciones.
Y las anécdotas abundan, señala Covarrubias, escritor argentino radicado en Nueva York que trabaja desde 1971 como periodista de The Associated Press.
«Lupita Ferrer, una de las actrices de telenovelas más famosas en la historia del género, me reveló que 'estando en Nueva York me llamó el alcalde Michael Bloomberg porque él también disfruta de las telenovelas. ¡Me conocía de las telenovelas!'», relató el autor de 67 años.
«Según el actor paraguayo Arnaldo André, 'estaba en Río de Janeiro y un grupo de turistas israelíes me llamó por el nombre de mi personaje, Lázaro, en un español más o menos dificultoso'», añadió. «(Y) en Albania se generalizó la moda de poner a los recién nacidos nombres de personajes de telenovelas».
Covarrubias decidió escribir sobre la contribución de la telenovela a la difusión de la lengua de Cervantes tras escuchar al ex subdirector de la Real Academia Española Gregorio Salvador decir que «las telenovelas son algo extraordinariamente beneficioso para el mantenimiento del español» y que «los culebrones (como las llaman en España) pueden hacer mucho más por el idioma castellano que, por ejemplo, una reunión de academias».
«Eso me hizo ver que muchos académicos tienen especial consideración por el género y me decidió profundizar en el tema», dijo el escritor.
«Los entrevistados coincidieron en señalar que el aporte de las telenovelas (a la difusión del español) se da cuando no son dobladas sino cuando se proyectan con subtítulos manteniendo el idioma original», expresó Covarrubias.
Fiallo afirma que por lo general las telenovelas latinoamericanas salen al aire en el extranjero «con 'letreritos' traducidos, pero llevan el diálogo con las voces de sus intérpretes, y al parecer la cadencia y suavidad del idioma latino cautivan e invitan a ser aprendido».
Según sus fuentes, la telenovela venezolana «Topacio» se exportó a 45 países, las de Telemundo llegan a 87 naciones, las venezolanas a 100, Televisión Azteca exporta a más de 120 y la telenovela «Kassandra» logró un lugar en el libro de marcas mundiales de Guinness con su difusión en 128 de los 195 países del mundo.
A principios de este año títulos como «La fea más bella», «Tierra de pasiones» y «Dame Chocolate» se transmitían en Azerbaiyán, «Gata Salvaje» en Armenia, «Destilando amor», «Marina» y «Heridas de amor» en Bosnia y «Luna la heredera», «Rubí» y «Sos mi vida» en Bulgaria. Y había portales dedicados a las telenovelas latinoamericanas en Ucrania, Eslovenia, Lituania y Estados Unidos, entre muchos otros.
«Uno de los motivos por el que muchos televidentes estudian español es para escribir a sus actores favoritos», indica Covarrubias. «Una prueba evidente de ello es el galán puertorriqueño Osvaldo Díaz, protagonista de 'Kassandra'».
«Gracias al éxito de mis telenovelas he tenido la oportunidad de viajar por más de 50 países del mundo y en todos y cada uno de ellos sus habitantes me han manifestado que han aprendido el idioma español», dice el actor en el estudio. «De hecho, en la gran mayoría de estos países tengo clubes de fans, y hablo español con ellos, debido a que lo aprendieron viendo mis trabajos. A diario hablo con más de 100 fans de todo el mundo a través de Facebook y otras redes sociales de la red cibernética, y algunos de ellos hablan mejor español que muchos latinoamericanos que conozco».
«La penetración de la telenovela responde a su esencia melodramática, a su exposición de las emociones que son comunes a toda la humanidad», concluye Covarrubias. «Su efecto se logra a través de la oralidad, con su valor afectivo, que capta la atención del público, y merced a la marcada adecuación de las palabras con el diálogo. Favorece la identificación del telespectador con los protagonistas y sus dramas, provoca las catarsis lacrimógenas y en definitiva pone énfasis en la función fática, es decir, mantener abierto el canal de comunicación».