morfina
Alcaloide sólido, muy amargo y venenoso, pero que en pequeñas dosis puede ser usado como potente soporífero, analgésico y anestésico.
Fue aislado del opio en 1806 por el químico alemán Friedrich Wilhelm Sertürner, quien escogió para esta droga, que causa fuerte y rápida adicción, el nombre de morfina (en alemán Morphin), inspirándose en el dios griego del soñar: Μορφεύς (Morpheus), en castellano Morfeo, uno de los mil hijos de Ὕπνος (Hipnos), el Sueño.
Según la mitología helénica, Morfeo se distinguió por su habilidad para tomar la forma, μορφος (morphos) de seres humanos y aparecerse en sueños a los mortales. Albert Carnoy, autor del Dictionnaire Étymologique de la Mythologie Gréco-Romaine, afirma que, por tratarse de un dios nocturno y espectral, el nombre de Morfeo se vincula con morphnos ‘oscuro’, ‘sombrío’.
La morfina se utiliza con fines médicos desde 1821 y representó una revolución en los procedimientos médicos, al hacer posibles las primeras operaciones quirúrgicas sin dolor.