diacrítico
Como es sabido, en español se utiliza el acento escrito o tilde para señalar dónde va el acento tónico, es decir cuál es la sílaba que se carga con más fuerza en la pronunciación. Sin embargo, este signo ortográfico tiene también otros usos en nuestra lengua: puede ser diacrítico o enfático.
En esta entrada nos ocupamos del acento ortográfico diacrítico, que sirve para distinguir palabras que se escriben igual, pero tienen significados diferentes. El artículo el —por ejemplo, el árbol o el libro— se diferencia por medio de una tilde diacrítica del pronombre personal él —él dice, él hace, él escribe—. Análogamente, la forma dé, correspondiente a la tercera persona del presente de subjuntivo de dar, se tilda para distringuirla de la preposición de.
En 2011, en la Ortografía de la lengua española¸ se eliminó la tilde diacrítica en el adverbio solo, que se usaba para distinguirlo del adjetivo homónimo, así como la de los pronombres determinantes este, ese y aquel, y sus respectivos plurales.
Diacrítico nos viene del griego διακριτικός (diakritikós)‘que distingue’ , palabra derivada a su vez del sustantivo διάκρισις (diákrisis) ‘separación, distinción’. Se trata de un verbo compuesto, formado por el prefijo dia- ‘a través’, ‘de un extremo al otro’ (pero también expresa la idea de diferenciación) y κρίσις (krisis)‘separar’. A su vez, krisis se formó a partir de la raíz indoeuropea krei- ‘distinguir’, ‘tamizar’. Esta base prehistórica está presente en numerosas palabras de nuestra lengua, tales como secreto, incertidumbre e hipocresía, entre muchas otras.