¿Por qué se nos resiste cuyo? Al fin y al cabo, teniendo una palabra cuya función es precisamente combinar subordinación y posesión, utilizar que su donde un cuyo iría como anillo al dedo parece como empeñarse en abrir un botellín con un mechero teniendo un abrebotellas. El motivo reside en lo que en Lingüística se conoce como la jerarquía de la accesibilidad, una escala que clasifica los elementos sintácticos según lo subordinables que son.