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Lenguaje humano nace con la
producción de herramientas.

05/11/2010

EFEEl diseño de las herramientas de piedra comenzó hace más de dos millones de años con lascas muy primitivas y culminaría hace medio millón de años en hachas elegantes y perfectamente afiladas.«Ha sido objeto de amplios debates entre los arqueólogos por qué se tardó tanto en desarrollar herramientas más complejas. ¿Se debió a la insuficiente destreza manual o es que no éramos lo suficientemente inteligentes para pensar en técnicas mejores?», afirma Aldo Faisal, neurólogo del Imperial College londinense.Un equipo dirigido por ese científico investigó la complejidad de los movimientos de la mano en la producción de réplicas de herramientas de piedra de distinto grado de complejidad y ha publicado los resultados del estudio en la revista científica PLoS ONE.Con un guante equipado con sectores electrónicos para registrar los movimientos de la mano, Bruce Bradley, arqueólogo de la Universidad de Exter, se encargó de hacer primero una lasca afilada y luego un hacha mucho más compleja.Así pudo comprobarse que los movimientos de la mano necesarios para fabricar un hacha no eran más difíciles que los requeridos para hacer una lasca primitiva, lo que parece indicar que nuestros antepasados estaban más limitados por la inteligencia que por la destreza manual.Los humanos primitivos eran capaces de hacer lascas de piedra, pero éstas eran tan delgadas que podían romperse fácilmente con el uso.Los movimientos necesarios para producir herramientas más complejas no eran más difíciles, pero sí se requería para ellos un mayor desarrollo de la inteligencia.Las herramientas de hierro más antiguas y sencillas son las llamadas lascas de Oldowa y se descubrieron junto a los restos fósiles del 'homo habilis', antepasado del hombre moderno, en la garganta de Olduvai (Tanzania).Las hachas, producto de una inteligencia superior, han aparecido por el contrario junto a restos óseos del 'homo erectus', la especie humana que emigró a partir de África.Los escáneres realizados a personas actuales mientras fabricaban réplicas de aquellas herramientas primitivas muestran que algunas zonas clave del hemisferio derecho del cerebro se activan más cuando se pasa de las lascas a otros útiles más complejos.Algunas de esas regiones cerebrales están también involucradas en el procesamiento del lenguaje. «El proceso que va desde la fabricación de herramientas de piedra muy primitivas hasta elegantes hachas manuales fue un gran salto tecnológico que realizaron nuestros antepasados», explica Faisal.«Nuestro estudio refuerza la idea de que la fabricación de herramientas y el lenguaje evolucionaron al mismo tiempo ya que ambos necesitaban una capacidad de pensamiento más complejo», agrega el científico.

N. del E. La tesis de Faisal corrobora conceptos vertidos hace un siglo y medio por el filósofo alemán Friedrich Engels en su obra El papel del trabajo en la transformación del mono en hombre.