Academia puertorriqueña presenta el Tesoro Lexicográfico del Español
San Juan - El antiguo cuartel español de Ballajá, amurallado para proteger San Juan de los corsarios ingleses, acogió hoy la presentación del "Tesoro Lexicográfico del Español de Puerto Rico", el único que no fue escondido en la isla por los piratas del Caribe.Con la publicación de ese documento, la Academia Puertorriqueña de la Lengua celebró hoy su cincuenta aniversario en una actividad que contó con la presencia del gobernador de Puerto Rico, Aníbal Acevedo Vilá, el cónsul de España en la isla, Fernando González Camino, y el presidente de la Asociación de Academias de la Lengua Española, Humberto López Morales, entre otros académicos.López Morales dijo estar "doblemente regocijado" porque la publicación de este Tesoro, "que tiene cualidades científicas excepcionales", es "el presagio de un futuro halagüeño y feliz para la lengua, que es el verdadero espíritu de nuestra raza y cultura".Esta publicación "vuelve a colocar a Puerto Rico como protagonista y pionero de cierto tipo de obras", dijo el presidente de la Asociación de Academias, quien resaltó entre otros logros que desde el país caribeño, bilingüe oficialmente desde 1902, se coordinó el trabajo de las distintas academias de América, España y Filipinas en la elaboración del Diccionario Panhispánico de Dudas.El presidente de la Academia boricua y director del Instituto de Cultura Puertorriquerña, José Luis Vega, destacó que aunque la mitad de los puertorriqueños vive, estudia o trabaja en Estados Unidos, el tesoro "reafirma el amor de los puertorriqueños por el español como lengua vernácula"."Por ser un diccionario de diccionarios (el Tesoro) recoge voces que el lector tendría que buscar dispersas en muchas obras", sostuvo una de las autoras, la española y académica afincada en la isla, Amparo Morales, quien añadió que la obra "muestra sin duda el vigor expresivo del puertorriqueño".Otra de las autoras, también española, académica y profesora de la Universidad de Puerto Rico, María Vaquero, dijo que el Tesoro "es en sí mismo un homenaje a Puerto Rico porque además de ser un testimonio de la fuerza creadora de nuestra lengua... es un testimonio sobretodo de la creatividad de sus hablantes".La obra recoge tanto los anglicismos propios de cien años de influencia estadounidense como la influencia del humor idiosincrático en palabras como labioso, lambío, bojote o raspacoco, y la gran aportación del lenguaje marinero que dejó el legado de sus "marinerismos".Vaquero insistió en que la obra no es garantía de éxito en la enseñanza, porque "el docente es el único que puede garantizar el éxito del aprendizaje", y reiteró la necesidad de que se preparen buenos educadores.Por su parte, el cónsul español indicó que la obra recoge "el condimento de sal y pimienta que da sabor a la lengua por estos lares".En 800 páginas este Tesoro registra unas 1.800 voces, expresiones y giros de la lengua en Puerto Rico, "que tiene una situación geográfica que favorece a todo tipo de influencias linguísticas desde la época colonial y explica la riqueza léxica de su español colonial y caribeño", dice en su introducción."El léxico peninsular trasplantado a Puerto Rico no sólo fue adoptando palabras de lenguas autóctonas -los indigenismos- de las lenguas africanas -los afronegrismos- y del inglés y otras lenguas - anglicismos y galicismos-"."De forma paralela al acriollamiento de los hablantes, fue adaptándose con la lengua misma a la nueva realidad del mundo antillano", explica la introducción al Tesoro Lexicográfico puertorriqueño.