se con el verbo ocurrir
En relación al verbo ocurrir: «Se me ocurre», el 'se' no corresponde porque es a mí a quien le ocurre una idea. «Me ocurre pensar» diría Ortega y Gasset.Este dativo, acusativo se predica de la tercera persona del singular y plural según la RAE.
Ante todo es necesario tener en cuenta que en castellano la partícula 'se' es de los elementos gramaticales más difíciles de explicar por la diversidad de estructuras en las que aparece desempeñando funciones sintácticas diferentes o ninguna. Se distinguen dos construcciones del uso pronominal del verbo 'ocurrir' (ocurrise) en el sentido de 'Dicho de una idea: Venirse a la mente de repente y sin esperarla': 1. «ocurrirse algo»: «Me ocurre una idea genial»: 'Me viene a la mente de repente y sin esperarla una idea genial'. (sujeto gramatical: una idea genial; complemento indirecto, persona afectada por la acción de ocurrir: yo, reflejado a través del pronombre 'me').Este uso es muy raro en la lengua, hay algunos casos en la literatura, pero hoy por hoy lo que semánticamente concuerda con el significado del verbo tal cual está definido por el DRAE es «ocurrírsele algo a alguien»: 2. «ocurrírsele algo a alguien», tipo de construcción media con 'se' o construcción con 'se accidental. Construcciones como esta (olvidársele algo a alguien, caérsele algo a alguien, estropeársele algo a alguien,...) en las que 'algo' es el sujeto gramatical y 'alguien' el c.i., persona afectada por la acción verbal, el 'se', 'se medio' o 'se accidental', no cumple una función gramatical específica, es usado para reflejar la accidentalidad o involuntariedad de la acción:«Se me ocurre una idea genial»: la acción de venirme a la mente una idea genial esinvoluntaria. Diferente de: tengo una idea, pienso en una idea.«Se me cayó el vaso»: no lo lancé al piso.«Se me olvidaron las llaves»: no las dejé a propósito.Como puede observar, no es incompatible el uso del 'se' accidental con el pronombre átono de c.i. (me, te, le...) en construcciones de este tipo, en las que a pesar del 'se' la acción sigue recayendo sobre el c.i., que vendría a ser el sujeto semántico más no gramatical de la oración.