Los Grammy Latinos se suman al mito anticientífico de un inexistente “acento neutro”
La cantante española Rosalía ganó el Grammy Latino 2023 / Foto: Carolina Brehman - EFE
Bad Bunny inauguró los Premios Grammy 2023 del domingo 5 de febrero con un repertorio musical que combinaba reguetón con ritmos tradicionales puertorriqueños y dominicanos. El boricua cantó y recibió el premio al mejor álbum latino de música urbana en español y allí fue Troya, pues en la pantalla de quienes veían la transmisión subtitulada para el mundo entero solo se leía speaking non-English ‘hablando no inglés’ o singing in non-English ‘cantando en no inglés’. La música de Bad Bunny puede resultarnos repelente en muchos sentidos, pero las continuas polémicas lingüísticas que desata su intérprete son de una profundidad política grandiosa.
En la subtitulación unidimensional de los Grammy hay varias insolencias y otras cuantas presunciones ideológicas relacionadas con la lengua. Se reproduce, por ejemplo, la idea de que el inglés es y debe ser incuestionablemente la lengua franca del mundo entero; también, la idea de que la opinión de los hispanos (u otras minorías étnicas) en los Estados Unidos —sin importar cuánto reconocimiento consigan alcanzar o en qué ámbito se destaquen— no tiene mayor importancia mientras no se expresen en inglés y, las más de las veces, “sin acento”. Pero dentro del mismo mundo hispanohablante también brotaron ideologías lingüísticas que tildaron la variante caribeña del cantante como ininteligible e ignorante, incluso para quienes sí hablamos español. En otras palabras, cundió la imputación de que Bad Bunny no habla inglés ni español, sino más bien un “non-English” y un no español, para más rasgos. Estas últimas inercias descansan sobre la insólita noción de que en las lenguas existe tal cosa como el “acento neutro”.
Ese supuesto de la existencia de un “acento neutro” no solo es equívoco y carente de sustento científico, sino que además encubre la realidad político-lingüística que lo sostiene: la de que no hay hablas neutras sino variedades socialmente privilegiadas.
La doctrina del acento neutro implica la glorificación de unas formas de hablar a expensas del desprestigio de otras no menos gramaticales o estimables. El concepto de “neutralidad” es un artificio que nutre la ilusión de que hay variantes más claras, transparentes y universales que otras, y de que, por lo mismo, hay formas de hablar que están inequívocamente ligadas a ansiados valores como la inteligencia, el profesionalismo y la integridad. Lo contrario apunta, en cambio, a que quienes hablan con acentos menos “neutros” personifican conductas más laxas, menos dignas y dudosamente ejemplares. La ficción de la “neutralidad” de ciertos acentos se sustenta además en el desprecio de las variedades lingüísticas de esos otros que no provienen de los centros de poder.
Otro constructo artificial del “acento neutro” se percibe en los doblajes de películas que presumen de hablar un “español estándar” que, curiosamente, no corresponde a ningún país o lugar en concreto. Se trata de un artificio comercial que vende un imaginario modélico de habla y que resulta, por demás, inalcanzable, pues no es hablado por nadie ni en ningún lugar del mundo.
En síntesis, no hay tal cosa como el “acento neutro”, pero sí una persistente estigmatización de las variedades lingüísticas distintas a las de quienes monopolizan el poder, la información y los medios de comunicación. Creer y defender el delirio de un “acento neutro” solo agudiza el desprecio por la diversidad lingüística de las Américas. Quizá sea momento de escuchar sin segregar, de hablar tal y como hablamos sin esterilizar la diversidad lingüística que encarnamos, de apreciar y atender a los intrincados rasgos plurales —sociales y geográficos— que se expresan en el habla, en lugar de hacer oídos sordos a ellos.
* Doctora en Lingüística Hispánica de The Graduate Center de la City University of New York (CUNY). Profesora asistente en el Departamento de Lenguas y Literaturas Extranjeras de Queensborough Community College. Especialista en glotopolítica y miembro del Grupo de Glotopolítica de la CUNY.