
Chef de cocina da los últimos toques a un plato
jefe
Superior o cabeza de una corporación u organización del cualquier tipo. En el ámbito militar, se aplica principalmente a los oficiales con grado a partir de teniente coronel. En política, se aplica a la autoridad suprema de un país, presidentes, primeros ministros o reyes, que son jefes de Estado y/o de Gobierno, según los casos.
Hacia fines del siglo IX en romance francés se usaba la palabra chieef como nombre de la cabeza, ya fuera una cabeza humana o animal y, más tarde, como elemento principal de una de cosa, ya fuera una institución o de un texto. En el siglo XVI, ya se escribía chef, que se aplicaba al fundador de una institución; en el siglo XVII, un fiscal era llamado chef d’accusation y, en el siglo XVIII, hacia 1740, apareció el chef de cuisine ‘jefe de cocina’, que por entonces se aplicaba a quienes dirigían las cocinas de los palacios de los nobles y de los reyes. Estos chefs de cuisine serían quienes, al perder sus trabajos después de la Revolución Francesa, unos años más tarde, abrieron en París los primeros restaurantes de la historia. Pero mucho antes de eso, el vocablo francés ya se había abierto camino en castellano bajo su forma actual, como vemos en este fragmento de un texto de Fray Bartolomé de las Casas, fechado en 1552 y recogido por el Corde:
[...] cuando los jefes seculares, o por malicia o por disimulación, son negligentes, como se lee y se aprecia en el cap. Licet ex suscepto [...].