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Tu niño hablará otra lengua

24/01/2012

TerraLa adquisición del lenguaje es un proceso que se desarrolla de manera natural: en los primeros años de vida es cuando la esponja absorbe más. Los avances en tecnología de neuroimagen han permitido conocer en qué modo se manifiesta en el cerebro la adquisición del lenguaje, que discurre paralela a un periódo de rápido crecimiento en el volumen del cerebro. Nunca después, en la vida adulta, tendremos tantas conexiones neuronales. Por eso de pequeñines aprendemos con rapidez todo lo nuevo.El crecimiento cerebralEl proceso aplica indistintamente al aprendizaje de palabras en uno o varios idiomas. Hacia el medio año de vida comienza la comprensión. De los balbuceos de bebé a las palabras sueltas, en su primer año el niño habrá acumulado alrededor de medio centenar de nombres cuyo significado es capaz de discriminar.En el camino hacia los dos añitos comenzará a construir frases, y apagará las tres velas con más de mil palabras en los bolsillos y escasos errores gramaticales. A los cuatro años, las competencias del lenguaje (que no la capacidad de construir discurso) son ya similares a las de un adulto.Torre de babelLlevado al campo científico, los estudios en neurología afirman que en este periodo las conexiones entre las neuronas (llamadas sinapsis) experimentan un desarrollo más acelerado: los críos son capaces de capturar los distintos fonemas o sonidos de forma espontánea e incorporarlos en un proceso que no requiere de traducción.En definitiva, esto significa que dará igual de qué idioma se trate: si su vida diaria se desarrolla con una relación semejante con varias lenguas, como el inglés y el español, mezclará 'cat' con bonito y perro con 'friend', pero ambos formarán parte de la misma jerarquía.Este proceso es el que explica que en edades más tempranas la exposición continuada y análoga a varios idiomas facilite que los pequeños se desenvuelvan en ellos sin esfuerzo. La confluencia de varias lenguas implica en ocasiones un desarrollo del habla más tardío: es absolutamente normal.Para desarrollar competencias completas en segundas, terceras o ene lenguas, el crío debe al menos relacionarse con ellas durante un 30% del tiempo que está despiertoLos expertos calculan que para desarrollar competencias completas en segundas, terceras o ene lenguas, el crío debe al menos relacionarse con ellas durante un 30% del tiempo que está despierto. No te preocupes si se lía mezclando palabras de la torre de babel. Es este tiempo de exposición el que promueve la incorporación de cuantos idiomas conformen su universo, ya que la adquisición del lenguaje se basa principalmente en la repetición.Carpe DiemAprovecha esos privilegiados primeros años, pues la frontera de los cuatro - cinco marcará una transformación en el aprendizaje. A esas alturas, si existe un idioma dominante en su vida, será el que comience a funcionar de referencia para traducir el pensamiento que procesa desde otra lengua.Podrá seguir aprendiendo, pero la esponja será menos permeable. A partir de entonces, tendrá que esforzarse un poquito más, aunque el trabajo que hayas sembrado hasta la fecha tendrá sus frutos: su aprendizaje idiomático será, en el futuro, más intuitivo.Otros tiempos, otras lenguasEn el mundo, habitado por alrededor de siete mil millones de seres humanos, alrededor de 874 millones tienen el chino mandarín como lengua maternal, seguidos de los 358 millones que hablamos español y los 341 millones que se desenvuelven en inglés. El hindi es la lengua de unos 258 millones de personas, seguido del bengalí (207 millones), el portugués (176 millones de hablantes), y el ruso (167 millones). Para cerrar el decálogo, 125 millones de personas hablan en japonés y alrededor de 100 en alemán.No hay lenguas más idóneas que otras para que tu pequeñín se familiarice con ellas; sin embargo, en la historia reciente de España, cada generación ha tenido un idioma extranjero encabezando las preferencias escolares y académicas. Dejando atrás el primer puesto del francés en los 70 y comienzos de los 80, los protagonistas de la extinta EGB fueron los primeros en entregarse a la lengua del imperio americano desde mediados de los 80 hasta el fin del siglo.A medida que se ha convertido en una herramienta imprescindible para el desarrollo profesional, hemos pasado de chapurrear el inglés a necesitar un nivel avanzado en el curriculum. La preponderancia de una u otra lengua en nuestro espectro tiene mucho que ver con su impacto económico: aprendemos el idioma de aquéllos que dominan el intercambio de bienes y servicios… y todo apunta a que, en los próximos años, ese liderazgo mira hacia nuevos países.Es más que posible que nuestros hijos tengan más oportunidades si dominan alguno de las lenguas que impondrán los denominados países BRIC (Brasil, Rusia, India, China), señalados como los grandes actores económicos de la próxima década.Tanto el chino como el portugués presentan grandes oportunidades, considéralos como potenciales idiomas para el aprendizaje de tu niño: podrá hablar (al menos) con mil millones de personas.Juegos multiétnicosSi por algo se caracteriza el ecosistema lingüístico de los niños de hoy es por compartir aulas con toda una torre de babel de críos de segunda generación, esto es, nacidos en España pero con familias procedentes de la inmigración europea, asiática y norteafricana.Es posible que tus hijos se relacionen cada día con chavales que en sus casas se desenvuelven en otras lenguas. ¿Por qué renunciar a la oportunidad de que su red de amigos les facilite la asimilación de otras lenguas? Si tienes oportunidad, contacta a través del centro escolar con sus familias y trata de organizar algún encuentro extraescolar.Compartir el interés por otras culturas es sólo el primer paso para que tus hijos se interesen por la lengua como una herramienta de comunicación y comprensión del mundo.