twitter account

Blecua: «El camino fundamental de la
RAE es la internet»

07/07/2011

Europa PressEl director de la Real Academia Española (RAE), José Manuel Blecua, afirmó que «camino fundamental» de esa institución será la internet, y expresó que su reto es que los profesores de enseñanza primaria y secundaria logren que los jóvenes adopten «los nuevos avances de la ortografía, de la gramática y del Diccionario Panhispánico». Blecua, que matizó las dramáticas interpretaciones hechas por la prensa de su alerta respecto a la entrada de anglicismos en la lengua española, observó que el prestigio de la academia «ha crecido mucho en los últimos años, sobre todo desde el punto de vista social», pero subrayó que este crecimiento conlleva asimismo «un aumento de la responsabilidad», ya que «hay muchos más usuarios que dependen de ella».«En estos momentos, la Web de la Academia de la Lengua registra un millón de entradas en el diccionario al día», precisó. En este sentido, negó que las nuevas tecnologías vayan a «debilitar en modo alguno» la lengua española, aunque indicó que, a veces, la incorporación de nuevos vocablos «va con tanta rapidez que no da tiempo a asimilar los términos técnicos», y destacó que el camino pasa por ello. De hecho, cuando se le preguntó por la respuesta de los usuarios ante las últimas medidas ortográficas, Blecua, tras recordar que 1999, cuando se variaron las tildes, «no hubo» respuesta a nivel social, destacó que la diferencia hoy en día estriba justamente en que la gente es «mucho más consciente de las variaciones en la lengua escrita» y, concretamente, ha resaltado el papel de las nuevas tecnologías, como Internet o los correos electrónicos, en la evolución de esa percepción.Internet fomenta la conciencia de la lengua escrita. «Ahora, a la gente le interesan mucho las cosas. Es consciente de los cambios. Por lo que sea, las obras académicas han ganado en interés y todas las personas son usuarios de la lengua escrita, no sólo de la hablada. Internet, por ejemplo, es algo que lleva a la gente a ser consciente de la escritura», argumentó, al tiempo que desmintió que haya habido cierta contestación ante los cambios normativos recientes. Para el presidente de la RAE lo que ha habido es un debate entre «partidarios y detractores» de los cambios, pero en ningún caso contestación. «Ha habido académicos que escribieron artículos intentando alejarse de algunas soluciones, pero eso ha pasado siempre desde que la Academia naciera hace 300 años», apuntó. «Recuerdo cuando se les quitó la 'h' a los términos Cristo y Filosofía. Parecía que se iba a hundir el mundo y fue una votación reñidísima que se ganó por cuatro votos», recordó. A su juicio, las normas de ortografía, cuando se actualizan, «normalmente tienen una vocación de futuro y se hacen para los jóvenes que ahora están en la escuela aprendiendo a escribir las adopten». «Las repercusiones se verán dentro de los planes educativos, cuando se hagan las ortografías básicas, cuando salgan los libros de texto, pero contestación no ha habido, lo que ha habido es separación en cuanto a soluciones y propuestas, y sólo respecto a algunas», puntualizó. Lenguas en tensión. Por otra parte, respecto a si el español se encuentra en peligro por la entrada constante de anglicismos en la lengua, Blecua apuntó que su visión siempre ha sido la de que «todas las lenguas tienen buena salud», si bien explicó que que, cuando advirtió sobre el fenómeno, lo que pretendía no era extender una alerta sino constatar que «hay momentos en la historia en que las lenguas tienen situaciones de tensión respecto al léxico, que es lo que estamos viviendo en estos momentos». «El inglés es el lenguaje de la técnica, de la informática, y se produce un fenómeno de contacto en el que lo normal es que el inglés —los préstamos— entre de manera fácil en el uso diario del español, al igual que entraron los italianismos en el siglo XVI y los galicismos en el XVIII.El español, por su parte, es una lengua demográficamente muy importante, científicamente escasamente importante, y tecnológicamente mucho menos», pero que sea una lengua principalmente receptora «no significa que esté en peligro», ha reflexionado.